El pasado sábado 10 de mayo celebramos los 40 años de la Fundación Marianao con una jornada llena de alegría, reencuentros y emoción en la plaza Mercè Rodoreda. Una fiesta comunitaria para recordar de donde venimos, agradecer todo el que hemos construido plegados y reafirmar el compromiso de continuar transformando realidades desde Sant Boi.
Desde primera hora, la plaza se llenó de familias, niños, jóvenes, voluntarios y profesionales que han formado parte de esta aventura colectiva. Los juegos infantiles dieron el pistoletazo de salida a una mañana vibrante, seguido de la música en directo de la Big band Cultura F y la actuación emocionante de la Coral Infantil Marianao, que hizo vibrar el público con su energía y ternura.
La jornada continuó con una comida comunitaria al aire libre, donde compartimos fiambreras, anécdotas y muchas risas. Un espacio de convivencia que refleja nuestra esencia: una gran red de personas que, desde la proximidad, hacen posible una sociedad más justa y cohesionada.
40 años no son solo una cifra, son el reflejo de miles de historias de superación, compromiso y solidaridad. Esta fiesta ha sido una muestra del poder de la comunidad cuando anda unida. Pero esto no se acaba aquí.
Abrimos un nuevo capítulo: súmate a la historia
En otoño, la celebración continuará con el acto institucional del 40.º cumpleaños, un espacio para reconocer públicamente el camino recorrido y hacer visible el impacto colectivo que hemos construido desde el barrio.
Y, a partir de septiembre, pondremos en marcha un nuevo reto: la nuestra primera campaña para hacerse socio o socia de la Fundación Marianao. Una invitación abierta a todas las personas que creen en el poder de la comunidad para transformar el mundo. Porque hacerse socio o socia no es solo colaborar económicamente: es formar parte de una historia que continúa, y que queremos escribir contigo.
Gracias a todas las personas que hicisteis posible esta celebración y a todas las que, cada día, feudo posible Marianao.
Seguimos! Porque juntos y juntas, continuamos haciendo historia.





