En un contexto educativo cada vez más complejo y exigente, desarrollar una buena lectoescritura es mucho más que aprender a leer y escribir: es construir el cimiento sobre el cual se levantan todos los otros aprendizajes. Sin este pilar, el resto del proceso educativo puede acontecer un reto casi insuperable para muchos niños.

¿Por qué es tan crucial la lectoescritura?

La transición de “aprender a leer” a “leer para aprender” es decisiva. Cuando esta base no queda consolidada, seguir explicaciones, interpretar problemas o estudiar de manera autónoma se vuelve muy difícil. Las pruebas PISA 2022 lo evidencian: los estudiantes de 15 años en Cataluña obtuvieron 462 puntos en comprensión lectora, por debajo de la media española y de la OCDE, un indicador claro del reto que tenemos como país.

Esta dificultad no afecta todo el mundo por igual. La Fundación Bofill alerta que los niños que no reciben apoyo lector a casa acumulan, ya a 4.º de primaria, cerca de un medio curso de desventaja respecto a los que sí reciben. Al final de primaria, el 25,2% del alumnado presenta niveles bajos o medio-bajos de comprensión lectora, y en escritura el 12% tiene un nivel bajo y un 21,8% medio-bajo. Son cifras que hablan de desigualdades que pueden condicionar trayectorias educativas y vitales muy diferentes.

Pero la lectura y la escritura también tienen un impacto emocional y social. Leer abre ventanas a otras realidades y favorece la empatía; escribir permite expresar emociones y construir un discurso propio. Dominar estas habilidades refuerza la autoestima y la confianza, dos piezas clave porque los niños se impliquen y avancen con seguridad.

Cómo lo trabajamos a la Fundación Marianao

Al Casal Infantil hace años que dedicamos tiempos y cura a reforzar la lectoescritura. Sabemos que no es solo una cuestión académica: es una puerta de acceso al conocimiento, a las oportunidades y a la participación llena en la vida comunitaria. Por eso trabajamos con 35 niños de entre 6 y 9 años de manera personalizada, ofreciéndolos actividades adaptadas a su ritmo, y generamos espacios donde la lectura y la escritura forman parte de la cotidianidad: momentos de lectura compartida, talleres creativos, juegos lingüísticos y rincones que invitan a descubrir historias y a inventar de nuevas.

Acompañamos los niños porque se sientan seguros, para que recuperen la confianza cuando se encuentran con dificultades y para que entiendan que el error es parte del proceso de aprender. También sumamos la comunidad: mantenemos una relación constante con las escuelas y con las familias, porque sabemos que cuando todo el mundo rema en la misma dirección, los aprendizajes arraigan con más fuerza.

DLec: una metodología que nos ayuda a llegar más lejos

Para paliar las dificultades de aprendizaje que provoca tener un nivel bajo de lectoescritura, colaboramos estrechamente con la Fundación Diverse e implementamos al Casal Infantil su metodología DLec. Esta herramienta pedagógica está especialmente pensada para niños que tienen dificultades en lectoescritura, a menudo provenientes de entornos multilingües o en situación de desventaja social.

Nuestro equipo educativo se ha formado en esta metodología, que combina el aprendizaje multisensorial, la intervención en pequeños grupos, la detección temprana de dificultades y un seguimiento muy esmerado de cada niño. Dlec nos aporta un marco riguroso y estructurado que, sumado a nuestra mirada comunitaria y emocional, hace que ningún niño quede atrás por carencia de un buen apoyo lector y escritor.

Leer y escribir: una puerta abierta a las oportunidades

A Marianao sabemos que la lectoescritura es mucho más que un aprendizaje escolar. Es una herramienta para construir futuro, igualar oportunidades y dar a los niños la posibilidad de acontecer personas autónomas, curiosas y capaces. Por eso invertimos tiempo, formación y alianzas. Porque cuando un niño puede leer y escribir con seguridad, puede aprender, imaginar, soñar y transformar su entorno.