Una amenaza real
El año 1995, el Ayuntamiento de Sant Boi planteó un proyecto de reordenación urbanística que preveía el escombro del edificio del Casal.
A pesar de que ya hacía una década que desarrollábamos proyectos educativos, sociales y comunitarios, el espacio quedaba fuera del nuevo planeamiento. El riesgo de perderlo era muy alto.
La fuerza de la gente
Ante esta amenaza, se activó una gran movilización ciudadana. Vecinos y vecinas, entidades, jóvenes y familias salieron a defender un espacio que era mucho más que un edificio: era un símbolo de participación y transformación en el barrio. Durante meses, se hicieron asambleas, acciones reivindicativas y una campaña popular para salvarlo.
Una victoria colectiva
Gracias a la fuerza comunitaria, el Casal se conservó. No solo se evitó el escombro, sino que el espacio se reconoció como equipación municipal.
El 1998, se formalizó un convenio de cesión por 50 años a favor de la nueva Fundación Marianao, que acababa de constituirse. Una victoria que todavía hoy nos inspira!