La importancia de las alianzas para transformar comunidades

Un tiempo que pide respuestas colectivas

Vivimos un momento en que los retos sociales son demasiado grandes e interconectados para ser abordados desde la lógica del “cada cual a la suya”. Las desigualdades, la soledad no deseada, la pobreza cronificada o la fragilidad de los vínculos comunitarios no tienen fronteras administrativas ni se resuelven desde un único servicio, disciplina o presupuesto. Son retos que interpelan la sociedad entera, y que solo encuentran respondida cuando diferentes actores —instituciones, entidades, familias, empresas, escuelas, redes vecinales— actúan de manera coordinada.

En Marianao, hace cuarenta años que lo constatamos cada día: la transformación social no es una acción individual, sino una obra colectiva. Por eso, las alianzas no son un instrumento secundario de nuestro modelo, sino una condición de posibilidad.

Alianzas que generan más oportunidades que las que tendríamos trabajando solos

En nuestra experiencia, una alianza no es solo un convenio, ni una forma de sumar recursos puntuales: es una manera de ampliar el que somos capaces de ofrecer como comunidad. Hay que nos aportan apoyo económico y hacen posible que proyectos sociales puedan existir y sostenerse en el tiempo. Hay que nos permiten ofrecer experiencias culturales, deportivas o educativas que no podríamos asumir con recursos propios. Hay que nos comparten conocimiento, metodología o mirada, y nos ayudan a hacer mejor el que ya basura. Y hay otros que se construyen desde la corresponsabilidad y la visión compartida.

Una alianza es relevante cuando amplía oportunidades reales para las personas que acompañamos


Cuando hablamos de alianzas, no hablamos de intangibles. Hablamos de cosas tan concretas como las que pasan cada semana en Marianao: niños y jóvenes que hacen natación, que cantan en un corazón vinculado al Palau de la Música, que se hacen revisiones visuales que detectan dificultades que podrían afectar el aprendizaje, que hacen actividades de aventura que refuerzan la autoestima y la confianza, o que acceden a experiencias educativas que abren horizontes. Son acciones que demuestran una idea simple pero poderosa: cuando la comunidad coopera, las oportunidades se igualan.

No todas las alianzas son iguales, y no hace falta que lo sean. El que las hace valiosas no es su forma, sino su sentido. Una alianza es relevante cuando amplía oportunidades reales para las personas que acompañamos, cuando enriquece el territorio, cuando hace posible que la comunidad acceda a derechos, espacios, experiencias o caminos a los cuales no llegaría suela. Por eso no hablamos de alianzas “grandes” o “pequeñas”, sino de alianzas que suman valor allá donde nosotros no llegaríamos.

Cultivarlas, pero, no es un acto automático: es una práctica que requiere tiempo, escucha, honestidad y confianza. Requiere abrir la puerta, explicar con transparencia, reconocer límites y poner valor en la relación, no solo en los resultados. Dedicamos horas a acoger visitas, generar encuentros, compartir aprendizajes, explicar qué hacemos y escuchar qué hacen otros. No es un añadido: es parte de nuestro trabajo. Las alianzas no se mantienen por inercia, sino por cura. Y esta cura también es impacto social.

No nos hacen “más grandes” como organización, sino que hacen más grande la vida de la comunidad


Una transformación que no es individual, sino compartida

Si hoy Marianao puede ofrecer a niños, jóvenes, adultos y personas grandes actividades, itinerarios, espacios de participación, oportunidades educativas y experiencias que van mucho más allá de nuestros recursos internos, es porque muchas personas, entidades, instituciones y organizaciones están vinculadas. El que basura tiene valor, pero el que basura juntas tiene un valor todavía más grande.

Por eso decimos que las alianzas no nos hacen “más grandes” como organización, sino que hacen más grande la vida de la comunidad: crean oportunidades que no podríamos generar solos, dan acceso a experiencias que amplían miradas y permiten que niños, jóvenes, familias y personas grandes vivan cosas que, de otra manera, quedarían fuera de su alcance. Y esta es la razón profunda por la cual seguiremos tejiendo complicidades: porque compartir oportunidades es, en esencia, transformar comunidades.

Desirée: «Antes escribía para sobrevivir, ahora para celebrar que soy aquí»

Desirée Rodríguez tiene 26 años, es graduada en Historia del Arte y acaba de publicar su primer poemario, Limítrofe, una obra íntima y valiente que habla de salud mental, de autoconocimiento y de esperanza. Su relación con la Fundación Marianao empezó cuando era solo una niña: conoció la Fundación a quinto de primaria, gracias al programa de becas, y desde entonces estuvo vinculada a diferentes proyectos, como Jovinc y el Club Social.

«Siempre he sentido que Marianao ha sido un espacio seguro, donde he crecido mucho como persona», explica. Y es que su trayectoria vital y creativa está profundamente marcada por la investigación de equilibrio y de expresión personal.

La salud mental es un reto, pero no es el final del camino. Se puede vivir con calidad y sin estigma

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Hablamos del poemario Limítrofe en la Jornada de la Salud Mental, en Sant Boi. Font: Ayuntamiento de Sant Boi


Su poemario no nació con la intención de ser publicado. Desirée siempre ha escrito como forma de terapia, como un espacio donde poder ordenar las emociones y dar sentido al que vivía. A los 22 años recibió un diagnóstico de salud mental, y escribir se convirtió en una herramienta para expresarse y curarse.

Con el tiempo, y gracias al empujón de una amiga, decidió reunir los textos y enviarlos a un concurso literario. A pesar de que no ganó, aquel intento le abrió una puerta: encontró una editorial pequeña que apuesta por nuevas voces y que quiso publicar su trabajo.

Desirée describe el proceso de publicación como “largo pero emocionante”. Revive el momento en que recibió los primeros ejemplares a casa como una de los hitos más bonitos de su vida: “Es como tener un hijo, ver tu nombre a la portada y saber que todo aquello que has sentido ahora tiene una forma tangible”.

El poemario recoge años de escritura y habla sin filtros sobre su experiencia con la salud mental. Los primeros poemas son oscuros, escritos desde la confusión y el dolor, pero a medida que avanza el libro aparece la luz y la estabilidad. Esta evolución refleja el proceso personal que vivió durante su terapia en el Hospital de Día de Santo Pablo, donde hizo tratamiento dialéctico-conductual: “Quería transmitir que la salud mental es un reto, pero no es el final del camino. Se puede vivir con calidad y sin estigma”, dice.

Hacer terapia es difícil, pero es la única manera de empezar a vivir mejor

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Entre los poemas que más le han marcado, hay uno que habla del deseo de dejar de sufrir, escrito en un momento muy duro. Hoy, releerlo le recuerda como ha estado de grande su transformación. También destaca otro poema que celebra el amor propio y la importancia de aprender a estimarse.

Desirée defiende la necesidad de pedir ayuda y romper el silencio sobre la salud mental: “Hacer terapia es difícil, pero es la única manera de empezar a vivir mejor. No solo por tú, también por la gente que te estima.” Después de cuatro años de trabajo terapéutico, asegura que su calidad de vida y la de las personas de su alrededor han mejorado mucho.

Ahora, su escritura ha cambiado. Escribe menos sobre el dolor y más sobre el agradecimiento. Sus palabras son hoy un homenaje en la vida cotidiana y a los gestos sencillos que dan sentido en los días: un café con amigas, un abrazo o una tarde de luz. “Antes escribía para sobrevivir, ahora escribo para celebrar que soy aquí.”

Podéis comprar su poemario aquí.

Aprender catalán para conectar con la comunidad: vuelve el proyecto Vínculos a Marianao

El proyecto Vínculos, impulsado por Òmnium Cultural, retoma un año más su actividad para fomentar el uso del catalán a través de un curso oral y práctico. Este año, el curso llega a su tercera edición y se abre en toda la comunidad de Sant Boi, con el objetivo de promover la lengua como herramienta de convivencia, cohesión y participación social.

Las sesiones son gratuitas y se realizan todos los martes, de 17.15 h a 18.30 h, a las instalaciones de la Fundación Marianao. El curso combina práctica oral, juegos y actividades dinámicas que facilitan la conversación y el contacto entre personas de varios orígenes, favoreciendo así el aprendizaje y la integración lingüística.

Si conoces alguien que quiera mejorar su catalán o practicarlo en un entorno próximo y acogedor, puedes inscribirte aquí o acercándose directamente a la Fundación Marianao.

El proyecto Vínculos reafirma, un año más, el compromiso compartido entre Òmnium y Marianao para seguir construyendo una comunidad diversa, cohesionada y viva alrededor de la lengua catalana.

Jóvenes que reescriben su trayectoria educativa

En la Fundación Marianao creemos que ningún joven tendría que ver truncado su futuro por haber dejado los estudios. Por eso nos hemos sumado en la Semana del Cero Abandono, una iniciativa impulsada por la Fundación Bofill que quiere sensibilizar sobre la importancia de garantizar que todos los jóvenes puedan acceder, mantenerse y prosperar en el sistema educativo.

En este marco, hemos publicado un especial podcast dedicado en el abandono escolar. En él conversamos con tres jóvenes de diferentes generaciones vinculados a Marianao: un alumno que actualmente cursa un PFI, otro que continuó estudiando después del programa y un tercero que, diez años después, ya está plenamente insertado al mundo laboral. También participa el equipo educativo de la Escuela de Nuevas Oportunidades, que comparte su mirada sobre los retos y aprendizajes de este camino.

Sus voces nos hablan de segundas oportunidades, confianza y motivación. De aquello que marca la diferencia entre abandonar y volver a empezar.

Este episodio pone de manifiesto que el apoyo educativo y emocional, la proximidad y los vínculos de confianza son claves para revertir el abandono escolar. Porque detrás de cada historia hay un proceso de crecimiento y una red que acompaña.

📢 Puedes escuchar el episodio completo sobre el abandono escolar aquí.

Y descubrir todas las actividades de la Semana del Cero Abandono de diferentes entidades y municipios

Un café para romper la soledad en Sant Boi

Un café puede ser el primer paso para romper la soledad. Con esta premisa, la gente mayor de la Fundación Marianao participó en el Café Solidario #TrencaLaSoledat, una iniciativa organizada por Solidaridad San Juan de Dios que reunió vecinas, entidades y personas grandes de Sant Boi para hablar, compartir y conectar.

La actividad, celebrada en el marco de la Semana de la Soledad No Deseada, quería poner en valor la importancia del encuentro y la conversación como herramientas para combatir el aislamiento social. A través de un espacio próximo y cálido, las participantes pudieron compartir experiencias y reflexionar sobre como la comunidad puede ser una respuesta real ante la soledad.

Durante el encuentro, las persones participantes compartieron vivencias, inquietudes y, sobre todo, momentos de conexión. La gente mayor vinculada a Marianao participó activamente, poniendo de manifiesto la importancia de sentirse escuchadas y reconocidas dentro de la comunidad. Porque, como quedó claro a lo largo de la jornada, la soledad no es solo estar sola, sino sentir que no tienes con quién contar.

Según datos recogidos, casi 3 de cada 10 jóvenes de 18 a 34 años reconocen vivir soledad no deseada, y el 50% de las personas mayores de 80 años sufren de manera habitual. En España, 1 de cada 8 personas declara sentirse sola a menudo, convirtiendo esta realidad en un reto social de primer orden.

Por eso, acciones como este café solidario son esenciales para visibilizar la soledad como una cuestión comunitaria y no individual. Cuando generamos espacios de encuentro, cuando preguntamos “¿cómo estás?” o nos paramos a escuchar, estamos construyendo comunidad y ayudante a combatir una de las grandes epidemias silenciosas de nuestro tiempo.

En Sant Boi, la red comunitaria sigue creciendo a través de iniciativas compartidas como esta. Porque nadie tendría que sentirse sol en esta vida y, a veces, todo empieza con un café y una buena conversación.

¿Sabías que la formación con jóvenes ha sido una prioridad desde el primer día?

Los inicios: el Aula Taller y la formación en oficios

El año 1987 creamos el Aula Taller para jóvenes, un espacio pionero de formación para chicos y chicas que dejaban la escuela a los 14 años, antes de que fuera obligatorio estudiar hasta los 16. Les ofrecíamos formación en oficios: electricidad, peluquería, serigrafía, fontanería… para ofrecer oportunidades para construir su futuro.

Nuevas etapas, nuevas oportunidades

Con los años, la oferta formativa creció y se diversificó: cocina, administración, informática, mecánica de bicicletas… Siempre con una misma convicción: todos los jóvenes tienen talento y potencial, solo hay que ofrecerles el apoyo y las herramientas para hacerlo crecer.

Hoy somos Escuela de Nuevas Oportunidades

Hoy, Marianao es Escuela de Nuevas Oportunidades, reconocida a nivel estatal. Cada año acompañamos más de 100 jóvenes para que retomen los estudios y recuperen la motivación. Los ofrecemos formación, orientación y becas para continuar aprendiendo, porque todos los jóvenes merecen un futuro lleno de oportunidades.

Soledad no deseada: un desafío invisible con respuestas comunitarias

La soledad no deseada es uno de los grandes retos sociales de nuestro tiempo. No se trata solo de estar sin compañía, sino de sentir que no tenso con quién contar ni un lugar donde ser reconocido. Es una experiencia dolorosa que debilita la salud, la autoestima y el bienestar, y que a menudo queda escondida detrás silencios.

Tradicionalmente se ha asociado a la vejez, pero los datos muestran que va mucho más allá: es transversal y puede aparecer en cualquier etapa de la vida. En Cataluña, casi 3 de cada 10 jóvenes de 18 a 34 años reconocen vivirla, y también afecta niños y personas adultas.

Las cifras son claras. Según lo Estudio El coste de la soledad no deseada en España 2023 del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES):

Estos datos confirman que no estamos ante una realidad marginal, sino de una auténtica emergencia social invisible que afecta millones de personas y que atraviesa generaciones y contextos.

La investigación científica evidencia que la soledad no deseada tiene consecuencias comparables a otros factores de riesgo para la salud, como el sedentarismo o el tabaquismo. Está vinculada más problemas de salud mental, ansiedad y depresión, y también a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. No es solo una cuestión emocional: es también una amenaza para la salud pública.

Cuando ofrecemos oportunidades para relacionarnos y compartir, la soledad pierde fuerza y aparecen nuevas posibilidades de futuro


La soledad como cuestión social, no individual

Hablar de soledad no es hablar solo de una sensación íntima, sino también de un fenómeno que tiene raíces sociales y comunitarias. Cuando una persona se siente sola, también se le resiente la salud, la autoestima y la participación en la vida colectiva. Pero la comunidad también pierde: el aislamiento y la desconexión empobrecen la vida colectiva y debilitan los vínculos que nos sostienen.

Por eso, no podemos ver la soledad únicamente como un problema individual que cada persona tiene que resolver por su cuenta. Hace falta una mirada colectiva y comunitaria, que reconozca que todas y todos tenemos un papel en la hora de romper el aislamiento y de generar espacios de encuentro.

La respuesta desde Marianao: vínculos que transforman

En Marianao sabemos que los vínculos son el mejor antídoto contra la soledad. Hace cuarenta años que trabajamos para construir una comunidad donde cada persona encuentre un lugar, se sienta reconocida y forme parte de un “nosotros”.

Lo hacemos a través de proyectos y espacios comunitarios que:

Este modelo nos demuestra que, cuando ofrecemos oportunidades para relacionarnos y compartir, la soledad pierde fuerza y aparecen nuevas posibilidades de futuro.

Estamos trabajando en El Sarau, un proyecto que pondremos en marcha el 2026 y que quiere combatir la soledad y el aislamiento social a través de la ciudadanía activa, la participación y la autogestión


Comunidad como prevención

La mejor manera de prevenir la soledad no deseada es reforzar el sentimiento de comunidad. Cuando sabemos que hay un lugar donde podemos ir, personas que nos conocen por el nombre y que se preocupan por nosotros, disminuye la sensación de aislamiento y aumenta la seguridad emocional. Es por eso que apostamos para seguir construyendo espacios abiertos, acogedores y vivos, donde todo el mundo tiene cabida y puede sentirse parte del conjunto. Espacios que permiten que las relaciones florezcan y que cada persona pueda sentir que forma parte de un proyecto compartido.

En esta línea, desde hace unos meses estamos trabajando en El Sarau, un proyecto que pondremos en marcha el 2026 y que quiere combatir la soledad y el aislamiento social a través de la ciudadanía activa, la participación y la autogestión. El Sarao será un espacio vivo e innovador, pensado sobre todo para personas adultas y grandes pero con vocación intergeneracional, donde la comunidad pueda encontrarse, organizarse y generar vínculos significativos. Con este proyecto queremos reforzar la idea que la soledad no se combate solo con acompañamiento, sino sobre todo con vínculos, cultura compartida y protagonismo ciudadano.

Un llamamiento a romper la soledad

Este mes de octubre nos sumamos a la campaña #TrencaLaSoledat impulsada por San Juan de Dios, convencidos que solo sumando esfuerzos podremos hacer frente a este reto. La soledad no deseada no es inevitable. Todas y todos podemos ser parte de la solución, abriendo espacios de acogida y vínculos de confianza.

¿Te apuntas? ¡En Marianao te estamos esperando!

Un círculo de mujeres en el Club Social para avanzar hacia la paridad

El Club Social Marianao es un espacio de ocio, relación y bienestar para personas adultas con experiencia propia en salud mental. Cada semana, 60 participantes toman parte en actividades que favorecen la integración con el entorno, la creación de vínculos y la adquisición de nuevas habilidades.

Aun así, desde hace tiempo el equipo profesional del Club observa una realidad: la participación femenina es mucho menor que la masculina. De media, entre un 70 y un 80% de los participantes son hombres, mientras que las mujeres representan solo un 20%, una tendencia que se repite en otros clubes sociales del territorio.

Para revertir esta situación y favorecer una participación más equilibrada, el Club Social ha puesto en marcha una nueva iniciativa: la creación de un círculo de mujeres.

Este espacio nace con la voluntad de escuchar necesidades, potenciar propuestas y dar cabida a actividades que muchas veces han quedado invisibilizadas. El círculo quiere revertir esta dinámica, abriendo caminos porque las mujeres se sientan más representadas y activas dentro del proyecto.

Además, el círculo no solo se centra en actividades tradicionales, sino que también apuesta para romper estereotipos. Se quiere fomentar contenidos relacionales, culturales y formativos, y promover una mirada más inclusiva en las actividades históricamente masculinizadas.

El proyecto también invita a participar las jóvenes del Club Social Zagal (para personas entre 18 y 25 años), creando espacios compartidos que multiplican oportunidades y experiencias.

Con este paso, el Club Social Marianao reafirma su compromiso con la igualdad y con la creación de espacios donde todas las personas puedan sentirse protagonistas, escuchadas y parte activa de la comunidad.

¿Quieres cultivar un huerto? Descubre los Huertos Comunitarios de Can Pinyol

Los Huertos Comunitarios de Can Pinyol son un espacio de agricultura ecológica y autogestionada, pero sobre todo de comunidad, relación y bienestar. Un lugar donde personas y entidades comparten conocimientos, tiempos y vida, conectando con la natura y con el barrio.

Las personas individuales pueden disfrutar de una parcela hasta cuatro años, y las entidades también pueden hacer uso. Pero el más importante no es la parcela en si, sino sumarse a la vida comunitaria: jornadas, encuentros, charlas y actividades que fortalecen el proyecto y la red de apoyo mutuo.

Aquí, cada mano que cuida el huerto pone un poco de sí misma. Porque cultivar, en Can Pinyol, también es una manera de vivir más conectadas con la tierra y con las personas.

¿Quieres formar parte de este espacio? Trúcanos al 93 630 30 62, ven a la Fundación Marianao o consulta aquí toda la información.

Hagamos camino juntos: buscamos personas mentoras con ganas de ayudar

“Fem Camí” (Hacemos Camino) es un programa de mentoría social penitenciaria que ofrece un acompañamiento a las personas que han finalizado su condena para ayudarlos a reinsertarse a la sociedad, dándolos herramientas y recursos para retomar una vida alejada del que los había llevado a entrar en primer lugar.

El objetivo es fomentar oportunidades sociales y comunitarias a personas que salen de la prisión y ofrecerlas apoyo en su proceso de inclusión en la comunidad, especialmente a personas que tienen enfermedad mental o consumo de drogas.

Este proyecto nace de la necesidad de hacer este acompañamiento de las personas vinculadas al proyecto David, un servicio de atención socioeducativa y jurídica que atiende personas que se encuentran ante cuestiones penales y/o penitenciarias y no conocen los procedimientos y/o recursos para mejorar su situación.

Te necesitamos!

Es por eso que buscamos personas que quieran formar parte del proceso de mentoría posptenitenciaria como mentores. No se requiere ninguna formación, desde la Fundación te ofrecemos todos los recursos necesarios para hacer que la experiencia sea enriquecedora por tú y por las personas que atendemos.

Al inicio recibirás varias formaciones grupales, competencias y estrategias para poder realizar este acompañamiento, además de tener, durante todo el proceso, el seguimiento individualizado de una profesional para ayudarte y acompañarte en tu proceso de adaptación y en la mentoría.

El objetivo es recibir acompañamiento y apoyo emocional, competencias por la vida, aprender diferentes factores de protección y los recursos de la red del entorno que tenemos a nuestra disposición.

No hay un tiempo determinado para dedicar a la mentoría, puesto que se adaptarán los horarios en función de la disponibilidad, pero requiere cierta dedicación para asistir a las formaciones, realizar actividades, respetar el tiempo de adaptación que se necesite y realizar este acompañamiento con la persona mentorada.

Cuál es tu papel?

Con la ayuda del equipo del proyecto, acompañarás a la persona mentorada en el proceso de integración a la sociedad y le proporcionarás recursos y herramientas por la vida, además de proporcionar conocimientos y recursos para acceder al mercado laboral, adquirir un estilo de vida saludable y construir una red social y de apoyo positiva. Aquí puedes consultar más información sobre los requisitos, el compromiso y las tareas que realizarías.

Todavía tienes dudas?

Si quieres saber cómo es el día a día de los encuentros 1 a 1 con la persona mentorada y la experiencia desde los dos puntos de vista, lee el testimonio de una de las primeras parejas de mentor-mentorado del proyecto.

Y si quieres más información, puedes llamarnos al 936 30 30 62 o enviar un correo a Sara Pascual spascual@marianao.net.

Nace El Batec, el podcast comunitario de Marianao

Marianao Té Cor, con la colaboración de la Fundación Marianao, radio La Bastida y DID Asociación, impulsa El Batec, un nuevo podcast hecho desde el barrio y para el barrio. Un espacio sonoro que quiere escuchar, compartir y reflexionar sobre aquello que nos mueve como comunidad. Cada episodio es un latido, una conversación que nos acerca a la realidad de las personas que conviven en Marianao y nos da herramientas para comprender mejor los retos y las fortalezas de nuestro entorno.

En cada capítulo, El Batec recoge las voces de personas vecinas, profesionales, voluntarias y expertas que ponen sobre la mesa temas clave para la convivencia, la salud, la cura y el bienestar colectivo.

Episodio 1 – ¿Qué nos hace sentir bien?
Este primer capítulo gira en torno a la salud física y emocional desde una mirada comunitaria. Qué pasa cuando llegamos nuevos al barrio y no conocemos los servicios? Qué necesitamos para sentirnos bien? Son algunas de las preguntas que plantea este episodio, con testigos que aportan experiencia y sensibilidad.

Episodio 2 – El verano también se vive en comunidad
El segundo capítulo pone el foco en el Verano Activo, el programa de actividades para personas mayores de 60 años que ya hace cinco años que se organiza en red al barrio. Hablamos con participantes, voluntarias y el equipo impulsor para descubrir qué hace tan especial este espacio de encuentro, aprendizaje y bienestar durante el mes de julio.

Este podcast es una ventana abierta a las historias, los saberes y las emociones que hacen de Marianao un barrio vivo, consciente y conectado.

Escucha los episodios y ¡déjate contagiar por el latido del barrio!

Las actividades de verano para gente mayor vuelven a ser un éxito

Este julio, el programa Verano Activo ha vuelto a ser un éxito de participación y de energía comunitaria. Más de 140 personas mayores de 60 años (con una media de 75 a 89 años), y en su gran mayoría mujeres (un 98%), han llenado las mañanas de verano con talleres, charlas y actividades para el bienestar, la creatividad y la relación social.

Desde la dinamización compartida del proyecto Marianao Té Cor, más de 10 entidades y servicios del barrio se han organizado en una comisión de trabajo para hacer posible una programación variada y alentadora: desde baile en línea, manualidades, estimulación cognitiva y motora o lectura en voz alta hasta espacios de reflexión como charlas sobre la soledad, el luto o la sexualidad en la vejez.

Este año, la rama artística de los viernes ha estrenado actividades como el bocadito de improshow y un taller de coral, que han tenido una buena acogida. “No hemos parado de trabajar la mente”, decían algunas participantes. Y es que el teatro, la música y el humor también son herramientas poderosas para hacer salud y fortalecer vínculos.

Además, personas voluntarias del barrio han colaborado activamente en la dinamización de las actividades, aportando su tiempo, energía y talento para hacer que cada sesión fuera más acogedora y participativa.

Las personas participantes han destacado la alegría de hacer red y la importancia de tener espacios para desconectar de la rutina, activarse y sentirse parte de un grupo. El interés crece año tras año: algunas personas se apuntan solo por el Verano Activo, y después continúan vinculadas a entidades del barrio durante todo el año.

El Verano Activo demuestra que el envejecimiento puede ser activo, participativo y lleno de vida comunitaria.

Niños, jóvenes y adultos de Marianao viven un verano de convivencia, naturaleza y bienestar emocional

Este julio ha estado intenso y pleno de emociones en la Fundación Marianao. Niños, adolescentes y personas adultas han vivido un verano en comunidad, con espacios para crecer, relacionarse y sentirse parte de un grupo.

194 niños y adolescentes de entre 3 y 18 años han participado al casal de verano y a las colonias. Esta última semana, 101 niños han podido pasar unos días en la naturaleza en un entorno privilegiado, disfrutando del juego libre, la convivencia y la aventura. Un verano para hacer amigos, ganar autonomía y reforzar los vínculos. Los niños nacidos entre el 2013 y 2021 han ido Los Estaños, a Capmany (Alt Empordà – Girona), y los nacidos entre el 2007 y el 2012, en Mas Colltort, en La Garrotxa (Girona).

Paralelamente, 17 personas del Club Social Marianao han ido de vacaciones a La Rioja, en una escapada muy esperada que ha sido mucho más que una salida de verano.

Irse unos días fuera puede parecer una cosa sencilla, pero para muchas personas es un hito importante. Las vacaciones son una oportunidad para desconectar, compartir, cuidarse y disfrutar. Pero también son mucho más: un paso hacia la autonomía, una manera de reforzar los vínculos sociales y una acción directa para el bienestar emocional

El Club Social acompaña personas con experiencia propia en salud mental para que puedan construir su proyecto de vida y participar activamente en la comunidad. Y las vacaciones son una pieza clave de este camino de empoderamiento y reconocimiento.

En La Rioja, como en el casal y en las colonias, hemos vivido un verano que nos recuerda que cuidar, escuchar y estar juntas transforma vidas. En Marianao entendemos el ocio educativo como una herramienta clave para la igualdad de oportunidades y la inclusión social. Nuestro modelo combina acompañamiento emocional, actividades lúdicas con intención pedagógica y una mirada comunitaria que pose en valor el entorno y las personas que conviven.

Club Social empata con el equipo femenino de la Agrupación Barça en un amistoso lleno de emociones

El pabellón municipal de Santa Coloma de Cervelló vibró miércoles con un partido muy especial: el equipo del Club Social de la Fundación Marianao disputó un amistoso de fútbol sala contra el femenino de la Agrupación Barça, en un ambiente festivo y cargado de valores.

Más allá del marcador —un ajustado empate a 6—, la jornada fue una celebración del deporte como herramienta de encuentro, inclusión e igualdad. El partido estuvo marcado por el fair play y la ilusión de todas las participantes, con mucha afición a las gradas y un gran rescoldo entre los dos equipos.

Este enfrentamiento tuvo un significado especial para la Fundación, puesto que una de las jugadoras azulgrana, Verónica Arcos, exjugadora profesional, también es educadora y entrenadora de uno de los equipos inclusivos del proyecto. El vínculo entre deporte y transformación social fue presente dentro y fuera del campo.

La delegada institucional de la Agrupación, Carme Nieto, hizo entrega de un detalle a los jugadores y jugadoras de Marianao antes de empezar el partido, en un gesto de agradecimiento y reconocimiento mutuo.

¿Sabías que el liderazgo juvenil en Marianao empezó con un casal infantil?

Una apuesta por los jóvenes, desde el primer día

Todo va empezar con un casal lleno de actividades educativas y de ocio. Pero pronto vimos que había que ir más allá: los jóvenes necesitan oportunidades para crecer y transformar su entorno. Por eso, apostamos por la formación en participación y el liderazgo juvenil, confiando en su potencial y cediéndolos protagonismo.

Formación, acción y acompañamiento

Con propuestas como el Curso de Dinamización Juvenil —que este año llega a la 20.ª edición— y Vente Pa’Ká, empezamos a ofrecer en los jóvenes espacios para formarse, crecer y liderar. Siempre con nuestro apoyo al lado, en Marianao, acompañar quiere decir escuchar, dar herramientas y hacer posible que sean ellos quien construyan.

Un espacio referente con los jóvenes en el centro

Hoy, Esfera Joven es el espacio juvenil de referencia: un lugar de encuentro, relación y activación donde las jóvenes comparten inquietudes, impulsan proyectos y participan activamente en la vida comunitaria.

40 años después, seguimos creyendo en su potencial transformador, porque cuando los jóvenes lideran, la comunidad se transforma.

Construir comunidades vivas con la gente mayor

Qué quiere decir envejecer con dignidad? Más allá del estado de salud, de las pensiones o del acceso a los servicios básicos, envejecer con dignidad quiere decir vivir con sentido. Tener espacios donde sentirse valorado, útil, reconocido. Tener vínculos, formar parte de algo. Y esto, a Sant Boi, pasa en la comunidad.

En la Fundación Marianao trabajamos cada día porque nadie quede atrás. Y esto también quiere decir poner la mirada —y la acción— en las personas grandes. En un momento en que el edadismo sigue muy presente y las políticas públicas a menudo olvidan esta etapa vital, reivindicamos un modelo de envejecimiento activo, digno y comunitario.

Durante demasiado tiempo hemos hablado de la gente mayor desde el déficit: como personas vulnerables, dependientes, aisladas. Pero la realidad es mucho más rica y diversa. Las personas grandes tienen una trayectoria, una red, una experiencia vital acumulada. Son agentes comunitarios con mucho para aportar. Hay que pasar de la mirada asistencialista a una mirada de oportunidad. Dejar de ver la gente mayor solo como receptores de servicios y empezar a reconocerlos como protagonistas de la vida comunitaria. Con voz propia, con capacidad de transformación, con derechos.

Desde nuestro modelo de atención integral, trabajamos para generar espacios que promuevan la autonomía, el intercambio y el bienestar emocional. El envejecimiento activo no es solo una idea bonita: es un derecho. Y también es una responsabilidad colectiva. Apostar es construir una sociedad más justa, más humana y más cohesionada.

El reto no es solo cuidarlos, sino crear contextos que favorezcan su bienestar y su reconocimiento social


Envejecer es continuar formando parte

Las personas grandes no son un colectivo homogéneo ni pasivo. Son diversas, con saberes, vínculos y ganas de continuar participando. Y cuando el entorno acompaña, estas ganas se multiplican. El reto no es solo cuidarlas, sino crear contextos que favorezcan su bienestar, su participación y su reconocimiento social. Hablamos de acción comunitaria, pero a veces olvidamos que esta acción tiene que incluir todas las edades. La gente mayor no tiene que ser solo destinataria de acciones, sino también protagonista.

Desde hace años, en Marianao impulsamos proyectos que tienen cura de todas las etapas vitales, desde la infancia hasta la vejez. Con un enfoque transversal y comunitario, conectamos las necesidades personales con los activos del territorio, construyendo redes de apoyo, relaciones significativas y espacios de participación. Las personas grandes son —y tienen que ser— parte central de esta red.

La alianza con otras instituciones, entidades y servicios del territorio nos permite crear espacios significativos donde las personas grandes pueden participar, decidir e implicarse. Además, los vínculos intergeneracionales que se generan a través de actividades compartidas con niños y jóvenes contribuyen en una ciudad más cohesionada, más justa y más humana.

Actívate para vivir: este verano, también

Este julio, en el Espacio Mercè Rodoreda, la gente mayor de Sant Boi tiene una nueva cita con la vida activa. No es solo una propuesta de actividades. Es una declaración de intenciones: queremos una ciudad que ponga la vida en el centro, en todas las etapas. Y esto pasa para garantizar el derecho a envejecer con sentido, en comunidad, en movimiento.

Volvemos a abrir las puertas del programa Verano Activo, una propuesta de actividades gratuitas dirigida a personas de más de 60 años. Nuestro objetivo está claro: ofrecer un espacio acogedor y estimulando donde sentirse bien, conectar con otras personas y mantenerse activo tanto física como emocionalmente.

Lo hacemos a través de actividades que combinan el movimiento corporal suave con la música, talleres prácticos para estimular la creatividad, lectura en voz alta para compartir historias, salidas culturales y charlas inspiradoras con profesionales de diferentes ámbitos. Todo ello en un entorno comunitario, próximo y seguro.

El envejecimiento activo es una parte esencial de nuestro modelo de atención integral


Los talleres de estimulación cognitiva, las lecturas compartidas o las salidas culturales no son solo actividades. Son escenarios donde se reconstruyen vínculos, se escuchan historias y se comparten futuros. Porque nadie tendría que sentirse solo, inútil o invisible por haber pasado de los 60.

Lo programa Verano Activo es un proyecto cocreat entre varias entidades y servicios del territorio, gracias al impulso del proceso comunitario MarianaoTéCor. Una apuesta colectiva para garantizar una vejez activa, digna y con vínculos.

Una ciudad que cuida, también en verano

En Marianao entendemos el envejecimiento activo como una parte esencial de nuestro modelo de atención integral. No es solo llenar horas de ocio, sino garantizar oportunidades de participación, de cura mutua y de crecimiento personal. Apostamos por una vejez inclusiva, digna y activa, también cuando llega el verano y otras muchas puertas se cierran.

Porque una vida llena no tiene edad. Y porque, a Marianao, cuidar cada etapa de la vida también quiere decir reconocer todo el que la gente mayor todavía tiene para ofrecer.

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