El pasado mes de noviembre arrancó la nueva temporada de la Lliga Esport i Salut, una competición federada organizada por la Federació Salut Mental Catalunya que busca favorecer el bienestar físico, emocional y social de personas con problemáticas de salud mental, sean o no diagnosticadas.

Entre los equipos que forman parte de la liga, en la categoría de fútbol sala, encontramos el de la Fundació Marianao, integrado, principalmente, por miembros del Club Social, un recurso para estimular la socialización y mejorar la autonomía y calidad de vida de personas vinculadas a la red de salud mental. Además, cada vez se suman más personas de fuera del Club Social, a menudo vinculadas también a la red, por lo que el equipo no deja de crecer.

Esta temporada, el Club Social Santboià jugará siete partidos, ya que, a diferencia del año pasado, los equipos han decidido no hacer ida y vuelta para no llenar dos sábados del mes con esta actividad, y por lo tanto, destinarán sólo uno al fútbol. De entre estos partidos, los que el equipo juegue «en casa» los disputará en la pista privada de la Escola dels Salesians de Sant Boi, algo que genera algunas quejas.

Un equipo sin campo

Desde hace seis años, el equipo de Marianao tiene un convenio con el Futbol Club Santboià para convertirse en una categoría más dentro del club y realizar distintas actividades comunes. Sin embargo, la colaboración no incluye un espacio donde el equipo pueda entrenar y jugar.

«Los campos del Santboià son de Fútbol 7 o Fútbol 11 y nosotros hacemos Fútbol 5, por lo que las instalaciones no nos sirven», explica Àlex Martínez, principal responsable del equipo. Así pues, el equipo entrena en el Poliesportiu Parellada dos veces por semana a las 15 horas, que es la hora que hay libre.

“También los fines de semana nos toca jugar en horas no muy buenas como a las 14 horas o en campos que no son realmente de fútbol sala. Es algo que nos pasa a todos los Clubs Sociales, que nos dan un poco los restos, porque se priorizan siempre otros equipos”, añade Martínez. Además, para los partidos en los Salesians, la Fundació debe pagar el alquiler de la pista y adaptarse a los horarios libres. Mercè Hernández, coordinadora del Club Social, explica que este problema se ha trasladado al Ayuntamiento de Sant Boi y que se está trabajando para encontrar soluciones.

Por otro lado, Hernández también reconoce que el año pasado se plantearon salir de la liga por “demasiada competitividad y malas praxis, como que haya equipos con más jugadores externos que del Club”. «Nosotros hacemos reuniones de equipo cada dos meses y reuniones de ética y buenas prácticas y nos aseguramos que todo el mundo juegue los mismos minutos», añade Martínez. El único aspecto en el que creen que deben mejorar es incorporar presencia femenina en el equipo, algo que están intentando, pero que «está costando mucho».

El debut frente al Tanit Gramenet

El Club Social Santboià arrancó la temporada en Santa Coloma de Gramanet con una derrota 4 a 1 contra el Tanit Gramenet. Sin embargo, Àlex Martínez estaba satisfecho con los jugadores. Por una parte, por la gran asistencia de la plantilla actual, con presencia de 12 jugadores, y, por otra, por cómo aplicaron lo que habían trabajado en los entrenamientos.

“Llevábamos semanas trabajando la construcción de jugada desde propio campo y el repliegue en defensa; y ambas estrategias tácticas se vieron reflejadas en el campo”, explica Martínez. Y añade: “aguantamos muy bien las posiciones trabajadas en los entrenamientos y generamos muchísimas ocasiones de gol; pero no tuvimos mucha precisión en los disparos a portería, aspecto que vamos a trabajar en las próximas sesiones”.

El otro aspecto positivo que destacan los responsables del equipo, más allá del respeto y buenas praxis demostradas sobre el campo, es su creciente capacidad de autonomía. Ahora, por ejemplo, hay dos delegados que participan en las reuniones, y el año pasado los jugadores acudieron al acto de clausura de la liga sin dinamizadores del Club Social.

En palabras de Àlex Martínez, «cada vez son más autónomos, porque son un equipo muy inclusivo y acogedor con la gente nueva y que están muy motivados, por lo que no necesitan demasiado liderazgo». Los entrenamientos del Club Social Santboià están abiertos a cualquier persona que se quiera sumar.