Ángel Ezquerra nos dejó el pasado 3 de junio. En la comunidad de Marianao echaremos de menos su sonrisa contagiosa y su compromiso con la solidaridad y la construcción de espacios comunitarios donde alimentar la esperanza personal y colectiva.

Ángel hacía honor a su nombre, fue durante muchos años voluntario en el taller de reparación de bicicletas Biciboi, acompañando a jóvenes en situación de vulnerabilidad social, y en la coral de la Fundación Marianao, aportando su entusiasmo y alegría. Asimismo, participó activamente en la coral Pedres Blanques y en los movimientos de pensionistas de Sant Boi, que luchan por unas pensiones dignas.

Queremos expresar nuestro profundo pésame a su esposa, M. Àngels, a sus hijos, nietos y familia. Llevaremos a Ángel siempre a nuestro corazón, personal y comunitario.

¡Gracias, Ángel, por todo y por tanto!


I si l’atzar et porta lluny,
que els déus et guardin el camí,
que t’acompanyin els ocells,
que t’acaronin els estels.

-Lluís Llach