Los pasados lunes y martes 25 y 26 de marzo, el espacio Mercè Rodoreda de la Fundació Marianao acogió la primera edición de los Laboratorios Juveniles, una experiencia basada en el empoderamiento juvenil donde conocer y experimentar sobre temas de impacto social con el objetivo de incidir en nuestra comunidad en la que participaron veintidós jóvenes de Sant Boi.

«Para ser la primera edición, estamos muy contentos de cómo fue», explica Xavier Moreno, uno de los organizadores de las jornadas. Y añade: «Para los jóvenes fue muy experimental y emocional, ya que pudieron conectar con sus emociones los temas que se trataron». Estos temas fueron el ecologismo, el feminismo interseccional y la dinamización cultural, sobre los que recibieron charlas muy dinámicas sobre las que construir reflexiones y comunidad.

La primera la llevó a cabo Mercè, de Ecologistas en Acción, con quien hablaron del ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado, del que derivan también otros problemas sociales, y que es necesario transformar si se quiere evitar la crisis ecológica. A continuación, se dividieron en grupos liderados por dinamizadores que ayudaron a los jóvenes a plantearse retos de futuro y aterrizar todo lo que habían hablado en la realidad de Sant Boi.

La segunda sesión corrió a cargo de Laura Zalacain, formadora que acompaña procesos y talleres con perspectiva feminista interseccional, con quien los jóvenes tuvieron una interesante conversación sobre desarrollar bienestar a través de relaciones sanas y equitativas que, inevitablemente, les llevó a reflexionar sobre sus experiencias personales. En la posterior experimentación con dinamizadores, las dinámicas fueron relacionadas con la detección de privilegios y en analizar qué impacto tienen en nuestra cotidianidad.

Después de comer, la última formación fue la de Caterina Pedregal, que les habló de la labor que se realiza desde el Ateneu Santboià, alentándolos a participar, y les hizo reflexionar sobre la cultura popular y el papel de la ciudadanía en el tejido cultural del municipio, temática sobre la que trató la dinámica posterior.

Con todas las reflexiones extraídas del primer día, el martes centraron sus esfuerzos en generar un relato co-construido sobre el papel de los jóvenes como ciudadanos activos de la comunidad. Este proceso se dividió en dos partes: la formulación de hipótesis y las conclusiones experimentales, donde conectaron sus pensamientos y reflexiones personales con los del resto de personas para fomentar un ecosistema comunitario empoderado y sostenible.

De esta experiencia han salido ya algunas propuestas de acciones por parte de los jóvenes, que salieron muy satisfechos de los Laboratorios Juveniles y tienen ganas de repetir. En este sentido, Xavier Moreno asegura que habrá una segunda edición, «cambiando aquellas cosas que creemos que podemos mejorar de esta primera».